Novedades ProAves

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¡Las aves migratorias llegan a ProAves!

No puede oírnos porque está al otro lado de la ventana, en la copa de un árbol del antejardín de la sede de la Fundación ProAves, en Bogotá. Pero por su pechito y vientre blanco opaco, sus partes superiores verde oliva y, sobre todo, por esa “cejita” gris, muy pegada al ojo en su extremo más delantero, que le confiere un gesto casi de preocupación o de mal genio, sabemos que se trata de un Verderón Ojirrojo o Vireo olivaceus.

Verderón Ojirrojo
Vireo olivaceus

Llegó el pasado 23 de octubre a la Fundación, justo en el mes en que en ProAves estábamos celebrando el Festival de las Aves Migratorias 2006. Y lo había hecho luego de volar miles de kilómetros desde Canadá o Estados Unidos. Como contento de encontrar ese árbol de sietecueros que crece en esta maravillosa casa esquinera del barrio de La Soledad, en donde desde hace más de año y medio tiene su sede la Fundación.

Reinita Verderona
Vermivora peregrina

Pero no ha sido el único visitante emplumado por estos lados en estos meses de migración, porque en solo tres días pasaron por aquí por lo menos otras tres especies migratorias: el Zorzal buchipecoso (Catharus ustulatus), la Reinita Verderona (Vermivora peregrina) y probablemente un Pibí Oriental o uno Occidental (Contopus virens/sordidulus), y luego han estado viniendo la Piranga Abejera (Piranga rubra) y la Tángara Escarlata (Piranga olivacea).

Zorzal Buchipecoso
Catharus ustulatus

Son especies que forman parte de las alrededor de 200 que la Asociación Bogotana de Ornitología ha registrado en las últimas décadas en la Sabana de Bogotá, región de bosques, humedales, zonas abiertas y zonas semidesérticas. Y una cuarta parte de esta avifauna es migratoria boreal.

Y aunque no todas esas especies se pueden observar en Bogotá, sí muchas de ellas, sobre todo en los grandes parques metropolitanos, el Jardín Botánico, los bordes de canales y los humedales que todavía quedan en la ciudad. Pero también en avenidas, parques de barrio, zonas verdes, jardines y antejardines.

¡Toda una riqueza para apreciar y disfrutar en esta inmensa y congestionada ciudad!