Amigos de las Aves: actividades para los amigos de las aves

EL AVE PROTAGONISTA

El Pibí Boreal (Contopus cooperi)

¿Puede un ave llevar una chaqueta puesta? En términos reales quizás no, pero sí puede parecer que la usa. ¡Como yo! Por eso, aunque mi nombre común más “serio” es Pibí Boreal, muchos me llaman Pibí de Chaqueta. Porque mi pecho está cubierto de un color verde grisáceo oscuro, que se abre en el centro dejando ver algo así como una camiseta de color blanco que yo tuviera puesta debajo. ¡Precisamente, como si yo usara una chaqueta y la tuviera abierta! Ese detalle lo podrás notar si observas la ilustración mía que acompaña esta nota.

Nací en alguno de los bosques de Alaska, Canadá o Estados Unidos, como lo hacen todos los de mi especie, y desde entonces vivo a lo largo de América pues parte del tiempo me la paso en el norte del continente y parte en el Centro. ¡Y el resto del tiempo entre uno y otro lugar!

Sí, porque todos los años, cuando el tiempo se pone tan frío en el Norte que ya no encuentro alimento y corro el riesgo de que me atrape la nieve, me veo en la obligación de viajar con rumbo Sur, a las cálidas tierras del norte de Suramérica, donde siempre encontraré alimento y sol.

¿Pero, de qué me alimento?, te preguntarás. Me gusta algo que quizás a ti te cause algún rechazo: ¡insectos! Esos deliciosos seres llenos de proteínas y grasa, que andan volando por ahí como diciéndome “¡cómeme, cómeme!”.

Cuando los veo, no resisto la tentación y tengo que alzar el vuelo desde las ramitas donde suelo posarme, para atraparlos en el aire con mi gran destreza y velocidad y mi fino pico, diseñado especialmente para este tipo de alimento. Luego de atrapar el animalito vuelvo por lo general a la misma rama donde estaba parado. ¡Soy un verdadero atrapamoscas, como todos los de mi especie y de mi familia de aves!

Vivo muy feliz en este bello y acogedor continente, donde tanto en el caluroso verano de los extremos como cuando visito la zona tropical, siempre encuentro gran cantidad de insectos, de esos que a veces desesperan a la gente pero que para mí son una maravilla, como ya te dije. ¡Por eso soy muy bueno para ti porque te ayudo mucho!

Pero no todo es color de rosa para mí y todos los pibís boreales. El problema es que cada vez somos menos… nadie sabe muy bien por qué pero la causa parece estar en que los bosques donde vivimos se están acabando.

El hecho es que si antes se decía, por ejemplo en Colombia, que éramos relativamente comunes en la época de nuestras visitas, ya no lo somos tanto y los investigadores están preocupados… Por eso yo estoy muy triste y te pido que me ayudes a conservar los árboles y bosques tu región, que son mi casa. Sé que lo harás.

 

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