¿A pesar de que todas las aves tienen alas, sabías que hay algunas que no vuelan?
Lo que pasa es que las aves, una vez que aprendieron a volar, descubrieron que había lugares donde no necesitaban hacerlo, quizás porque en su región no había depredadores que las persiguieran hasta hacerlas volar ( como felinos y reptiles) y al mismo tiempo porque el alimento que encontraban en el suelo era suficiente para alimentarse. Entonces, las alas se les atrofiaron, total o casi totalmente. Un caso especial es el del pingüino, que se refugió en el agua, donde encontró alimento suficiente y utiliza sus alas como aletas.
Teniendo en cuenta lo anterior, entendemos que las aves que no vuelan son o terrestres o acuáticas. Entre las primeras, encontramos al avestruz y sus relacionados como el ñandú; así como el kivi y el kakapo, de Nueva Zelanda. En la segunda categoría sólo está el pingüino.
Los avestruces y relacionados se destacan sobre todo por ser grandes corredoras, así que la velocidad que no alcanzan con las alas, ¡la logran corriendo!
Un riesgo de las aves pequeñas que no vuelan es ser alcanzadas por depredadores nuevos para los cuales no estaban acostumbradas, como los perros introducidos a sus territorios, y por eso muchas han desaparecido o están en peligro de extinción.
Aunque hay aves que en cuanto se acercan el invierno en los extremos norte y sur de los continentes, alzan vuelo hacia los terrenos más cálidos del centro, otras se arriesgan a quedarse toda la larga temporada de frío, porque no están programadas para ese largo viaje.